Pasaron cuatro años. Los mismos que Ricardo La Volpe, revela, sufrió para esperar que se ratifi cara lo que siempre dijo en ese lapso: “El tiempo pone a cada uno en su lugar”.
También fueron cuatro años para volver a hablar con el ex técnico de la Selección Nacional, luego de aquel incidente en Nordwijk, Holanda, donde explotó contra el futbol días previos al Mundial de Alemania 2006.
Sin embargo, en esta ocasión, amablemente, se toma un tiempo para hablar de lo sucedido al Tri en la Copa del Mundo y, por qué no, confesar que sería “un honor volver a dirigir a México”. Ricardo ahora es cuidadoso en sus palabras. Desmenuzar lo sucedido a nuestro futbol en el Mundial de Sudáfrica no le es fácil. Sabe que no es el momento para tirar dardos, pero acepta que sí se tiene que hacer una radiografía del equipo de Aguirre: Hay un antes y después del Mundial.
¿Decepcionó México?, se le pregunta.
“No, para nada, pero más allá de los resultados, el crecimiento futbolístico no se hizo. Nadie va hablar de México, eso es seguro”, afirma vía telefónica.
La Volpe confiesa no haber querido platicar sobre lo sucedido en Sudáfrica.
¿El consuelo? “Los jóvenes, la nueva camada de jugadores como Giovani, Juárez, Chicharito, Carlos Vela y Pablo Barrera. Grandes nombres”, reconoce.
Hablar de la Selección de México le cuesta. Aclara que no es por ningún enojo, pero vio en algunas formaciones de Aguirre hasta seis o siete elementos que fueron base en Alemania 2006 ahora en el equipo del Vasco.
“Solamente les recuerdo lo que dije cuando me fui: el tiempo pone a cada uno en su lugar”, ratifica, pues asegura que ahora la afición mexicana reconoce lo que hizo en Alemania.
¿Crees que la gente te extraña?
“No sé si me extraña, pero ahora que voy a restaurantes, puedo ir al cine, y a donde vaya veo mucho positivismo. La gente sabe y la gente que analiza habrá visto muchas cosas diferentes”.
Expone que, lamentablemente, en sus dos últimos juegos en Sudáfrica el Tri cambió su estilo. Recordó que selecciones como España o Alemania, por el contrario, se murieron con su idea futbolística.
“México me gustó. Ojo, cuando él (Aguirre) buscó ser diferente, lo hizo bien, pero en los últimos dos partidos hizo cambios. Todas las selecciones murieron con su idea futbolística, pero México ante Uruguay y Argentina no tuvo el sistema idóneo y se murió con otra cosa”.
El caso Guardado
La Volpe no critica a Aguirre por no haber metido a Andrés Guardado. Tampoco por sostener a Guillermo Franco en vez de Javier Hernández, e incluir a Cuauhtémoc Blanco. El técnico acepta que hay cosas que “no son entendibles”, pero no se puede meter en aspectos técnicos de Aguirre, porque cada técnico “tiene su librito” y debe ser respetado.
Ilusión, intacta
Ricardo La Volpe admite no pensar en otra cosas por el momento; sin embargo, al tocarle el tema de un posible retorno a la Selección Nacional, entonces se ‘dobla’ y reconoce que sería un orgullo, como cualquier entrenador.
“El orgullo para todo técnico es llegar a lo máximo. Lo máximo son las selecciones. No hay duda. Lo dije en el 2002. El tema es lo futbolístico, donde tengo capacidad, no tengo duda de eso”.
¿Revancha? ¡Ninguna!
Contrario a lo que pudiera pensarse por lo que afirman los entrenadores de tener ‘revanchas’, La Volpe rechaza ese sentimiento con la Selección Nacional.
“Las revanchas no existen para mí, revancha si yo no hubiera logrado nada; mis logros están más arriba de los fracasos”.
Cuestionó si México volverá a ser “cabeza de serie, pasar una eliminatoria caminando, llegar a Juegos Olímpicos, hacer una buena Copa Confederaciones y un Mundial… ¿Revancha, revancha de qué?”, sentenció.
La Volpe afirma que más bien sería otra definición: “Seguir la continuidad”, puntualiza. “¿Cómo voy a estar inseguro de dirigir a México si hubo siete jugadores en esta selección?”.
¿Qué hacer con esta generación?
La Volpe asegura que a la vista hay una gran camada de futbolistas que podría mezclarse con una buena base de experiencia. “Tengo la capacidad, hay una gran generación con muchísimas expectativas.
Hay grandes nombres, pero hay que pasar a los hechos. Habría trabajo, algo bien organizado y planeación para lograr lo que la afición mexicana quiere… Entrar dentro de los mejores. La gente está convencida”.
